Decir lo que sea del atelier Madrid sería para mi no tener suficientes palabras para poder transmitir lo que me hace sentir.
El atelier hay que vivirlo y disfrutarlo, carpe Diem.
Cada etapa del camino, del proceso que han diseñado Mikel y Arantza, para todos los que formamos parte del atelier, hay que vivirla hasta el final, hay que sumergirse en esta experiencia. Para todos es el mismo proceso y las mismas etapas, pero cada uno lo hace a su manera, pues no puede ser de otro color, volumen ni forma. Mi camino, mi proceso, mis etapas están siendo sin lugar a dudas todo un viaje de sensaciones Y descubrimientos personales de los cuales no renunciaría a ninguno. Esta forma de aprender a observar, a ver, a sentir la vida que quiero pintar, encuentra su camino de baldosas amarillas en la puerta del atelier Madrid. Y lo mejor está por llegar.